En estos últimos años nos hemos dedicado a fondo, hemos dado lo mejor de nosotros para hacer realidad un sueño compartido: transformar la educación y avanzar hacia la escuela que queremos. Con el Horitzó 2020, toda la comunidad educativa de Jesuïtes Educació nos hemos atrevido a detenernos, soñar en grande y pasar a la acción.
Lo hemos dicho siempre, el mérito de nuestro proyecto no es otro que el de transitar de las palabras a los hechos, llevar a la práctica la tan necesaria transformación de la escuela. En este recorrido, el mes de junio del 2016 supone un hito importante: hemos completado la experiencia piloto de la Nueva Etapa Intermedia, la NEI. Nuestra primera experiencia piloto finalizada.
Y nos sentimos satisfechos. Las innovaciones se consolidan y el Horitzó no se detiene. Cuando redacto estas líneas, el MOPI ya ha iniciado su tercer curso con P5, y en Jesuïtes Lleida y Jesuïtes Sant Gervasi está en marcha el TQE, es decir, la experiencia piloto de tercero y cuarto de ESO, que da continuidad a la NEI.
La satisfacción es por el trabajo bien hecho, por el recorrido que hemos realizado juntos convirtiéndonos en otros: hoy somos personas más compasivas con los demás, más conscientes y comprometidas con nuestro sueño, y más competentes y creativas en nuestra dedicación y voluntad de servicio.
Es el momento de evaluar. En las impresiones personales que recogimos en el cuaderno 08 hay que añadir ahora los datos, el análisis y las conclusiones de las evaluaciones de proceso y de impacto realizadas en la NEI. Porque no basta con sensaciones, intuiciones y opiniones. Porque es necesario, por un lado, calificar, cuantificar, visualizar y contrastar los progresos, y, por otra, detectar y corregir las carencias para calibrar mejor la experiencia.
Nos comprometimos públicamente y queremos hacer públicos también los resultados de lo que ha sido la primera oleada de evaluación de impacto. Tenemos la certeza de que este es el camino: evaluar y mejorar de forma continua las transformaciones introducidas contrastando el impacto que producen en nuestros alumnos.
No somos perfectos, somos profesionales valientes y rigurosos que innovamos y mejoramos nuestras propuestas, y las ofrecemos a todas las personas que desean transformar la educación. Apostamos por un nuevo modelo de enseñanza y aprendizaje que hemos iniciado y que tiene que ir mejorando de forma permanente en base a las sucesivas evaluaciones.
Yo personalmente concluyo, con la confección del informe final de evaluación externa de la NEI y con su difusión a través de este cuaderno, mi vinculación con la Fundació Jesuïtes Educació. Aprovecho esta introducción para deciros, una vez más, que han sido unos años apasionantes (10 años como miembro del patronato de la Fundació primero, y casi 8 años como director general después, es decir, en total, cerca de 18 años de mi vida, de entrega y servicio al proyecto de la educación jesuita), y para agradecer también la oportunidad y todo el trabajo realizado.
Ha sido una gran etapa personal y profesional, con muchos aprendizajes y crecimiento, en la que he compartido pasión, convicción y camino con cientos de compañeros y compañeras, directivos y educadores que han creído en la propuesta de cambio y que han puesto su proyecto vital al servicio de la transformación educativa.
De todos ellos y ellas he aprendido mucho y les estoy profundamente agradecido. Del mismo modo que estoy profundamente agradecido a la institución, la Fundació Jesuïtes Educació de la Compañía de Jesús, que vino a buscarme y me hizo el encargo de volver a poner a las escuelas de los jesuitas en el camino del liderazgo del cambio educativo, tal como fue en sus orígenes.
¡Gracias y hasta muy pronto!
Xavier Aragay
Director de la colección Transformando la educación y director de la evaluación de la experiencia piloto de la NEI